Entre los principios que rigen la naturaleza, observamos que existe un vacío, no hay ningún principio que de sentido a la creciente complejidad existente en el Universo. Se aprecia como este evoluciona para formar formas más complejas de organización: galaxias, sistemas solares, planetas, ecosistemas estables.... Un enjambre de abejas forma una organización compleja, la evolución de los seres vivos y en concreto de los seres humanos es una realidad (principio antrópico débil[1]). Además el ser humano también se organiza en empresas para generar productos que satisfagan sus necesidades. Todos y cada uno de estos elementos han evolucionado en el tiempo, sin que ningún principio o ley las explicase.
A continuación haremos un somero repaso de los principios de la termodinámica existentes:
Principio 0: Dos cuerpos en equilibrio con un tercero lo están entre sí.
Principio 1: La energía no se crea ni se destruye, se transforma.
Principio 2: En todo proceso se genera entropía.
Principio 3: Existe el Cero absoluto.
El Principio 0 y el 1er Principio de la termodinámica establecen el equilibrio de un sistema, o sea el punto de partida para cualquier proceso. El 2º Principio establece la flecha del tiempo, siempre generando entropía. El 3er Principio de la termodinámica establece un hito inalcanzable, una meta.
Se puede establecer el paso desde el equilibrio (Ppio 0 y 1) hacia la meta (3er ppio) mediante la flecha del tiempo (2º ppio), pero es necesario algo más. El principio de entropía es condición necesaria pero no suficiente.
En el caso concreto de la evolución de los seres vivos esta se apoya principalmente en el azar y la selección natural (th de Darwin), pero estos mecanismos no son suficientes para explicar el avance hacia mayores niveles de organización y complejidad. El principio ligado a la evolución del tiempo y que marca la dirección del tiempo es el 2º principio de la termodinámica, Principio de Entropía. Este principio establece que en cualquier proceso siempre se desperdicia energía que hace aumentar la entropía (el desorden). El principio de entropía no organiza, sino todo lo contrario, nos conduce al estado de máxima estabilidad (mínima energía) y de máximo desorden (máxima entropía). Este principio es estático, ciego y no aporta ninguna dirección evolutiva a los procesos, simplemente preserva el nivel de organización alcanzado en cada instante
El Universo está falto de un principio que aporte dinamismo y direccionalidad a la evolución, este nuevo principio lo denominaré "principio de refinamiento",porque refina cualquier proceso del Universo. La enunciación del principio de Refinamiento es la siguiente: “En cada proceso se reduce la generación de entropía”, propiciando la evolución hacia sistemas más complejos y estables. La naturaleza es sabia, aprende de sus propios errores y en cada acción comete unos errores más sutiles.
APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE REFINAMIENTO
A continuación expondré una serie de ejemplos de cómo afecta el principio de refinamiento a diversos niveles de organización como: los productos de las empresas, las empresas, el hombre, los seres vivos, la naturaleza, las leyes de la naturaleza y al propio vacío. El orden de los elementos citados es inverso al que han sido originados por el Universo.
Los productos elaborados por las empresas, como por ejemplo; en un coche cada versión es mejorada, cada vez consume menos combustible, es más confortable, más seguro,...en otros sectores novedosos como la informática este proceso de evolución se vive en la actualidad a pasos agigantados. Los productos de las empresas son considerados actualmente como el último eslabón y por tanto tienen un mayor potencial de desarrollo, pero también dentro de los propios productos los más novedosos se desarrollan más rápidamente.
Las empresas evolucionan a lo largo del tiempo mejorando su capacidad productiva, aportando mayor nivel de vida para sus empleados, para sus accionistas... y satisfaciendo mejor las necesidades crecientes de sus clientes. También en este sector las empresas de sectores novedosos experimentan un mayor desarrollo que otras dedicadas a sectores tradicionales.
La vida ha evolucionado de forma sorprendente desde la célula más simple (urbilateria) hasta el actual ser humano. Incluso si se descubriera vida en otros planetas a nivel muy sencillo avalaría este principio, pues la evolución no se trataría de un efecto local del azar, sino de un proceso evolutivo inherente a todo el Universo.
La naturaleza que nos circunda también ha evolucionado formando ecosistemas muy complejos que viven en perfecta armonía.
Las leyes de la naturaleza también estarán sujetas al principio de refinamiento. Según afirma Alfred Noth Whitehead las leyes de la naturaleza dependen de las características individuales de las cosas que la constituyen, al cambiar esas cosas, tendrán que cambiar consecuentemente dichas leyes. En consecuencia, la moderna concepción evolutiva del Universo físico debe incluir que las leyes de la naturaleza evolucionan en concordancia con las cosas que constituyen el entorno astronómico. Y por lo mismo, habrá que abandonar la concepción de que el Universo evoluciona sometido a unas leyes eternas fijas[2]. Además, en un Universo evolucionante, es concebible que las constantes evolucionen con la naturaleza. Las leyes inmutables y eternas son un lastre newtoniano que aún arrastramos del cual no pudo escapar ni el propio Einstein, con la inmutabilidad en el tiempo de la velocidad de la luz.
El único campo que no estaría sujeto a evolución sería el vacío, pues no puede evolucionar ya que está carente de todo, sin embargo, en él subyace la semilla del principio de refinamiento.
VELOCIDAD DE REFINAMIENTO
Como ya hemos resaltado el proceso de refinamiento no se manifiesta con la misma intensidad en todos los niveles de organización. En los sistemas organizativos más recientes, y por tanto más complejos la velocidad de refinamiento es mayor que en sistemas que existen desde el inicio del Universo. Por ejemplo, la evolución de la tecnología es mucho mayor que en las empresas, la evolución de una empresa es asimismo mucho mayor que en los seres humanos, y la manifestación menos evidente sería la evolución de las leyes de la naturaleza y del vacío.
Velocidad de refinamiento = f (nivel de complejidad)
Esta relación es fácil de comprender, pues cuanta mayor es la complejidad de un sistema, mayor será su capacidad perfeccionamiento debido a que su complejidad ofrece mayores oportunidades de mejora. En un sistema sencillo, por el contrario, la posibilidad de mejora es más limitada, sin embargo, esta mejora será más importante que en sistemas complejos por ser más básica y tener repercusión en todas las estructuras superiores a la que pertenezca.
En el siguiente gráfico se puede observar lo anteriormente expuesto.
El refinamiento es tradicionalmente denominado en los productos o servicios como nuevos productos o mejoras en el producto, en el mundo empresarial como un proceso de innovación y mejora continua; en los seres vivos como evolución. En la naturaleza o en sus leyes no hay denominación porque no hay percepción de su evolución por no ser tan evidente.
INTENSIDAD DE REFINAMIENTO
Con la intensidad del refinamiento nos referimos a su alcance. La evolución de las leyes se produce interacción a interacción de las partículas sin un plan estratégico. Sin embargo, según avanzamos en el nivel de complejidad, cada vez más, las mejoras son orientadas al largo plazo debido a la mayor perspectiva y capacidad de obrar. Así por ejemplo, un producto o una empresa puede ser desarrollado a contracorriente de la tendencia predominante en el mercado o del beneficio empresarial, pensando en el perfeccionamiento alcanzado en el futuro más o menos lejano.
Para ilustrar la miopía a la que tenemos que enfrentarnos para comprender este nuevo principio mostraré el siguiente ejemplo. Imaginemos cualquier modelo de coche. Con el paso del tiempo sufre mejoras desde su diseño original, por acción del ser humano. Sin embargo, el coche no tiene ojos, ni sentidos para saber que el hombre ha sido quien lo ha creado y mejorado, no puede conocerlo, pues están en planos distintos de entendimiento. Ni el hombre sabe como piensa el coche, ni el coche conoce a su creador.
Con el hombre y la naturaleza sucede lo mismo. El hombre se conoce a sí mismo pero no conoce (o cree no conocer) a su creador (la naturaleza), ni sabe como piensa y actúa. La naturaleza piensa y actúa con el hombre de modo similar a como este lo hace con el coche y en ese pensamiento está el principio de mejora continua que le ha llevado a la creación y desarrollo del ser humano.
DESARROLLO DEL PRINCIPIO DE REFINAMIENTO
A continuación expondré el posible mecanismo de evolución o aprendizaje a nivel molecular.
La naturaleza y las moléculas que la componen al interactuar entre sí no sólo alcanzan cotas de equilibrio superior y más complejas sino que además las propias moléculas al interactuar entre sí, se irán conociendo mejor e interactuarán con mayor facilidad. Las moléculas irán limándose o eliminando sus asperezas con el tiempo para encajar mejor unas con otras y posibilitar de la formación de estructuras más estables, versátiles, rápidas y complejas.
Así, por ejemplo, la formación de moléculas más complejas cabría esperar que se produjeran con mayor facilidad a lo largo del tiempo y con menos generación de entropía. La repercusión de este fenómeno sería la necesaria evolución o refinamiento de las leyes que rigen estas interacciones para ir adaptándose a la mayor rapidez y las nuevas estructuras formadas.
Estas nuevas estructuras tendrán mejores propiedades para la naturaleza en la que están inmersas y con la que interactúan e impulsan nuevas mejoras. Así, constantes como la conductividad térmica, permeabilidad eléctrica o magnética cambiarán según las necesidades de la naturaleza.
EXPERIMENTO DEL REFINAMIENTO DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA
En la búsqueda de un ejemplo del refinamiento de las leyes de la naturaleza hallamos que los productos de las empresas evolucionan, las empresas evolucionan, el hombre evoluciona, los seres vivos evolucionan, la naturaleza orgánica evoluciona, la naturaleza inorgánica (piedras o rocas) evolucionan, todos los átomos han evolucionado del hidrógeno,...el Universo en sí es el mejor ejemplo.
Como experimento podemos citar el átomo de hidrógeno. Si conseguimos aislar un átomo de hidrógeno actual y otro del inicio del Universo, podríamos compararlos. Si el átomo de hidrógeno contemporáneo es lo más levemente distinto del átomo de hidrógeno representativo del inicio del Universo, esto representaría la evolución o refinamiento del átomo y por tanto de las leyes que lo rigen.
Otra variante del experimento anterior es comparar los átomos de hidrógeno no en sí mismos sino por sus efectos. Al unir átomos de hidrógeno con el oxígeno, se produce una reacción exotérmica y se forma el agua. Pues bien, al combinar átomos de hidrógeno contemporáneos con oxígeno se generará una cantidad de entropía X y sería de esperar que al combinarse átomos de hidrógeno del inicio del Universo con átomos de oxígeno se generase una cantidad de entropía Y, distinta de X (Y¹X). Esto significa que los átomos de hidrógeno con el paso del tiempo se modernizarían, y se habrían hecho más aptos para las reacciones.
De confirmarse estos experimentos significaría el cambio, evolución o refinamiento de las leyes de la naturaleza. Pues las ecuaciones que describen la generación de entropía en la reacción, tienen que adaptarse o variar a lo largo del tiempo.
Otro posible experimento sería comparar la luz (o radiación) actual y la luz (o radicación) del inicio del Universo. Si son lo más levemente diferentes entonces significa una evolución y también de las leyes que lo rigen.
El único inconveniente de ambos ensayos son los medios actuales disponibles, que no permitan apreciar estos leves cambios, que sí son fácilmente observables en el mundo macroscópico, o que el principio de incertidumbre de Heisemberg enmascare los resultados.
CONCLUSIÓN
La concepción del Universo, de confirmarse este principio ha se sufrir una gran transformación. Sería necesaria una reformulación de todos los principios y leyes existentes. Este principio es una nueva dimensión que hasta ahora no se había tenido en cuenta.
[1] El principio antrópico débil establece que en el universo se han dado las condiciones adecuadas para que se formasen niveles de vida complejos como el ser humano, constituyendo éste la prueba.
También existe el principio antrópico fuerte, el cual establece que en la naturaleza se deben dar necesariamente las condiciones necesarias para la aparición de organismos con elevados niveles de complejidad.
[2] Siete experimentos que pueden cambiar el mundo. Pág. 191.
Jesús Fdez Alonso
jesusjfa@hotmail.com
