En un artículo anterior “La
falacia de la luz” del mes de Marzo 2.015, habíamos establecido como la velocidad de propagación de la luz es
una propiedad que depende únicamente del medio. Además esta velocidad
(30.000km/s en el vacío), es constante e
independiente de la velocidad del observador.
La propiedad anterior tiene unas
consecuencias tremendas y asombrosas. Una de ellas es que el tiempo no transcurre igual para todo el mundo. Así como has leído, para unos va más rápido y para otros
más lento. Este fenómeno lo reflejamos en el artículo antes citado como la paradoja de los gemelos. Dos gemelos se
despiden, un hermano queda en La Tierra mientras que el otro hace un viaje
espacial a una velocidad cercana a la luz. Cuando regrese a La Tierra, el
viajero habrá envejecido algo pero el hermano que permaneció aquí, pude ser un
anciano.