Si el elemento es simétrico,
independientemente del sentido de giro, volverá
a girar en sentido contrario.
Si no es simétrico, tendrá un
sentido de giro preferente. Al girarlo en el sentido preferente la inestabilidad
(cabeceo) se va amortiguando y para. Si se gira en el sentido contrario la inestabilidad se agudiza y tras parar vuelve a hacerlo en sentido contrario (preferente).
Si provocamos un cabeceo sin giro, este elemento empezará a girar en el sentido preferente, el de más
estabilidad o de mínima energía, reduciéndose el cabeceo.