04 enero, 2009

EXISTENCIA DE DIOS Y ORIGEN DEL UNIVERSO

EXISTENCIA DE DIOS


La existencia de Dios o un ser supremo es una de las cuestiones más antiguas de la historia. De Dios se puede hablar en sentido apofático o catafático, pero la única aseveración posible es su infinitud en cualquiera de sus facetas.

IMPOSIBILIDAD DE LA DEMOSTRACIÓN DE LA NO-EXISTENCIA DE DIOS
La demostración científica y racional de la no-existencia de Dios es imposible de realizar por la sencilla razón de que aún cuando creyésemos haber probado razonadamente que éste no existe, siempre podríamos argumentar que no se quiso manifestar o no quiso estar al alcance de nuestra razón. Además, la lógica de Dios no tiene porque ser análoga a la nuestra, al ser Dios un ser infinito puede haber una discontinuidad entre nuestra lógica y la Suya.
Aún cuando pudiésemos explicar la casi totalidad del universo sin un Dios, esto no significa que no exista, siempre podrá ocupar el rincón más sutil e inhóspito del universo.

IMPOSIBILIDAD DE LA DEMOSTRACIÓN DE EXISTENCIA DE DIOS
La existencia de Dios es imposible de demostrar. Al ser Dios infinito nuestra razón o lógica nunca podrá llegar a su comprensión.
Por mucho que nosotros progresemos siempre estaremos muy distantes de comprender el infinito porque somos seres limitados. A continuación mencionaré algunas frases bastante elocuentes:
A Dios no se le puede pensar[1].
Nosotros no podemos comprender a Dios[2].
Así como el hombre no puede comprender el infinito, tampoco puede comprender a dios ni siquiera en su existencia.
No se puede ni se podrá jamás comprender el infinito, ya que si se llegase a hacerlo, siendo como se es finito, aquel dejaría de ser infinito.[3]
Lo infinito no se puede definir, pues si se hiciera así, dejaría de ser infinito y, consecuentemente, no podría ser Dios.[4]
Dios sería finito si pudiese ser definido.[5]
Nunca el hombre, ni nigún ser podrá jamás llegar a la demostración racional de Dios omnipotente (e infinito), solo él sabrá de su propia existencia.

De un modo más razonado y menos intuitivo también podemos llegar a la misma evidencia acerca de la existencia de Dios[6].
Si la conclusión de que existe un dios ha de ser demostrativamente cierta, esas premisas tienen que ser ciertas; porque, como la conclusión de un razonamiento deductivo está contenida ya en las premisas, cualquier incertidumbre que pudiera haber respecto a la verdad de las premisas es necesariamente compartido por ella. Pero nosotros sabemos que toda proposición empírica sólo puede ser probable. Hume demostró concluyentemente que ninguna proposición cuya validez esté sujeta a la experiencia real puede ser numealógicamente cierta.[7] Solamente las proposiciones a priori son lógicamente ciertas. Pero no podemos deducir la existencia de un dios, de una proposición a priori. Porque sabemos que la razón por la cual las proposiciones a priori son ciertas es que son tautologías. Y de un conjunto de tautologías no puede deducirse, válidamente, más que una tautología ulterior. De aquí se sigue que no hay posibilidad alguna de demostrar la existencia de un dios.

IMPOSIBILIDAD DE CONOCER ALGO ABSOLUTAMENTE
Ninguna materia puede ser conocida absolutamente porque sino habríamos hallado la perfección en alguna materia o campo, el cual examinado en toda su profundidad nos desvelaría el secreto de Dios.
El conocimiento absoluto de cualquier materia es contrario a los principios de la termodinámica. Según el principio 0 y 1 si conocemos alguna materia en profundidad, entonces puede ser extensible a todos los campos e incluso a la existencia de Dios. El conocimiento sería completo y la generación de entropía (principio 2) sería nula. De igual manera que no se puede alcanzar el 0 absoluto (principio 3) tampoco se puede alcanzar el conocimiento absoluto.
El principio de Refinamiento (expuesto por el autor en otro capítulo) también es incompatible con el conocimiento absoluto en cualquier tema, porque ninguna ley podría evolucionar o refinarse al ser totalmente conocida.
Por conclusión, reseñar que ninguna proposición puede ser verificada concluyentemente, ni concluyentemente refutada[8].

LA NO-VALIDADEZ DE LA REVELACIÓN EN LA EXISTENCIA DE DIOS
La revelación hace referencia a los legados de las distintas religiones acerca de la existencia de un dios supremos todopoderoso.
La revelación en la existencia de Dios no aporta nada además de lo aportado por la naturaleza, en la cual ya está incluida la revelación. Si bien, aunque la revelación pudiera ser históricamente cierta, para la demostración de Dios no es válida, porque necesitaríamos una certeza absoluta, la cual, no se encuentra en la naturaleza y por ende en la revelación.
Sería necesario una prueba de la existencia de Dios que el hombre no pudiera tergiversar, pero por el principio de incertidumbre de Heisemberg sólo al percibir algo ya lo hemos desvirtuado. La prueba habría de ser infinita para demostrar la existencia de un ser Infinito:
1. Si nos presentaran una superficie exactamente lisa sin la más mínima imperfección sólo al observarla con la luz solar ya le serían arrancados electrones y dejaría de ser lisa.
2. Se nos podría presentar un listón infinitamente largo y nosotros comprobaríamos la veracidad de su infinita longitud pero al no concluir nunca el experimento, nunca podríamos afirmar que ha sido creado por un ser Infinito.

COROLARIO
Comprender algo es saber la verdad sobre ese algo, por consiguiente, comprender la existencia de Dios es saber la verdad acerca de sí existe o no. Al no poder comprender la existencia de Dios tampoco podemos saber la verdad acerca de su existencia o no-existencia.
Aunque éste se manifestara; al no comprender su existencia siempre podríamos dudar de su autenticidad. De algo que no puede ser demostrado lógicamente, no podría ser aceptado por obvio que pareciese. Sobre la existencia de Dios sólo contamos con nuestras impresiones subjetivas e íntimas y estas no pueden ser aceptadas por otros individuos aparte de uno mismo. Sobre esta argumentación cabría hacer la conjetura, que si la existencia de Dios es una incógnita al no poseer una certeza absoluta también lo es la existencia de cualquier objeto de la vida cotidiana, como pongamos por caso “una casa”. La duda sobre la existencia de la casa siempre puede existir pero al tener ésta unas propiedades finitas se acepta como normal lo más obvio, pues en caso de error la repercusión no sería demasiado elevada. Pero si se trata de un ser de propiedades infinitas cualquier ínfima incertidumbre debe ser considerada de capital importancia y ninguna deducción a partir de ella debe ser válida.

Decir que Dios existe o no existe es cometer el mismo error tanto por exceso como por defecto”.

Alguien le preguntó a Mahavira: “¿Dios existe?”.
Y Mahavira contestó: “Sí, no. Ambos, sí y no”.
El hombre estaba perplejo. Dijo: “No te sigo. O dices sí o dices no, pero no las dos cosas juntas”.
Mahavira dijo: “Estas son sólo tres posturas. Si quieres escuchar la respuesta completa, tengo siete posturas acerca de todas las cosas[9]

Sosan y todos los seguidores de Buda insisten en que cuando llegas a realizar la verdad, no es ni uno ni dos: es vacío. Ahora puedes entender por qué dicen shunyata, vacío. Todo desaparece, porque cuando el dos desaparece; también el uno desaparece; entonces ¿Qué queda? No queda nada o a sólo queda nada. Esta nada es la cima suprema de la iluminación, cuando lo ves todo vacío, cuando todo se vuelve un vacío[10].

¿DE QUÉ PROVIENE EL UNIVERSO?

Otra de las preguntas transcendentales del ser humano ha sido y sigue siendo el origen del Universo.

El periodo en que vivimos es un tiempo finito desde el origen del universo, así lo demuestra la fecha del tiempo o el principio de entropía. De lo contrario toda la materia hubiese evolucionado hacia formas más complejas (principio de refinamiento) o se hubiese degradado por completo (principio de entropía).
Antes del origen del Universo no pudo hacer existido nada, ni materia, ni energía, ni tiempo,.... pues de existir algo ya no hubiera supuesto el origen del universo.
En un “t = 0” (no tiene sentido hablar de un tiempo anterior) no existiría nada, sólo el vacío. Pero entonces, ¿cómo a partir del vacío se pudo haber creado el mundo?. Caben dos posibilidades igualmente descabelladas del inicio del Universo:
1. Que el vacío tenga la orden implícita o el deseo de crear, aún siendo la suma de lo creado igual a cero respetando el primer principio de la termodinámica.
2. Que lo crease Dios a partir del vacío.

A continuación analizaremos ambas posibilidades detalladamente.
Ambos desarrollos son independientes, por tanto debemos considerar todas las posibles combinaciones. Las siguientes opciones no son posibles, porque de ser ciertas no existiría el Universo conocido:
(B, D) (A2, D)
(A2, C4) (B, C4)

Posibles combinaciones para la existencia del Universo:
(A1, C ó D) (A ó B, C3)

Por consiguiente, el Vacío (independientemente de Dios) crea el Universo y/o Dios (independientemente del Vacío) crea el universo. Como ambas posibilidades son igualmente descabellados, y ante la incapacidad para revocar cualquiera de ellas nos conlleva a afirmar:

DIOS existe y crea el universo Y/O el VACÍO con deseo crea el universo

De otra forma más resumida:

DIOS Y/O EL VACÍO CREAN EL UNIVERSO

Procederemos ahora a desarrollar el sentido de esta oración:
“>” Cualquier ente está incluido por definición en Dios, por ser este infinito.
“<” Si el Vacío crea el Universo aún cuando la suma de lo creado sea cero, se pasa de la nada a algo, el salto es infinito y al tener el Vacío una propiedad infinita cualquier ente podrá ser incluida en su seno. En consecuencia:

DIOS = VACÍO crea al Universo.

Entonces Dios y el Vacío son lo mismo. Esta es una visión distinta de Dios pero no menos ilógica que cualquier otra.

Dios está en el Vacío, el Vacío es Dios

Nada es más importante que Dios. Esa Nada también es Dios

Llegamos a la conclusión que partiendo de un hecho ilógico, se crea el mundo en el que vivimos, un mundo aparentemente lógico.

Comprobamos como mediante operaciones lógicas, y con hipótesis de partida válidas llegamos a la conclusión ilógica de que el mundo hubo de ser creado por Dios, el Vacío o la identificación de ambos. Esto demuestra que la relación entre lo más cotidiano (el mundo conocido) y la realidad última es siempre ilógica e incomprensible para el ser humano.
No se puede encontrar nada más aburdo que la vida, que la existencia”.[11]

Sartre dice, con acierto, que la absurdidad es la clave de la existencia humana. “La palabra Absurdidad nace ahora bajo mi pluma... Entendía que había encontrado la clave de la Existencia, la clave de mis náuseas, de mi vida misma.”[12]
El mundo, según Sartre, no ofrece ninguna huella de Dios. En El diablo y el buen Dios, Götz, el jefe de los campesinos y el protagonista del drama, grita: “Supliqué, luché por una señal, envié mensajes al cielo pero no me llegó ninguna respuesta... ¿ves tú este vacío sobre nuestras cabezas? Este vacío es Dios”.[13]
Probablemente Götz buscaba huellas de la existencia de Dios en las rocas, donde sabía que no iba a encontrarlas, es difícil o imposible encontrar aquello que no se quiere hallar.[14] Esto se deduce de su grito final: “¡Dios no existe!, ¡Felicidad, lágrimas de alegría! ¡Aleluya!, ¡No más cielo!, ¡No más infierno!, ¡Nada más que la tierra!”.[15]

La absurdidad a la cual hace referencia Sartre, a la que siempre se llega en cualquier tema tratado con suficiente profundidad ya ha sido identificada anteriormente con Dios, la realidad última no tiene por que ser comprensible.
Las huellas o pruebas de Dios en sentido estricto no existen, en sentido amplio sí existirán y para unos significarán la prueba de la existencia de Dios y para otros su ausencia, todo depende del grado de acercamiento de cada uno por exceso o por defecto.
La conclusión a la que llega Götz expresada con una frase gratuita es “Este vacío es Dios”, sin darse de cuenta de su verdadero significado. Nosotros también habíamos llegado a la misma conclusión Vacío=Dios, sin embargo, la posterior deducción de Götz “Dios no existe” es ilegítima, Götz ha pretendido llegar a la conclusión que deseaba precipitadamente. Nada es superior a Dios[16], pero como Dios lo es todo, nada es igual a Dios; Dios se identifica con la Nada o se camufla bajo la Nada.

Hay autores que sugieren la posibilidad de que este Universo muera y vuelva a resurgir cíclicamente y en cada nuevo Universo se produzca un ajuste sucesivo, esto explicaría el ajuste tan fino de las constantes del universo y un aumento de la complejidad y una evolución.
El Universo en que vivimos no tiene por qué ser necesariamente el único, sino que podrían existir otros paralelos u otros dentro de otros de forma análoga a las muñecas rusas (matriuskas), podría describirse como un Universo de fractales. Los distintos universos que lo componen pueden ser:
· El mundo del átomo podría constituir en sí mismo un Universo con sus leyes singulares, las leyes del mundo cuántico.
· Las células como organismos también tendrían sus leyes que las rigen y son las leyes de la biología.
· Las especies animales sería otra escala y se regiría por las leyes de la evolución de las especies.
· El universo de las galaxias que tiene sus propias leyes muy relacionadas con las relatividad

A pesar de ser humano el eslabón más evolucionado dentro del mundo animal, ¿Por qué se cree el centro del universo?. El ser humano como en la era precopérnica se cree el ombligo del Universo, el ser más evolucionado, más consciente, capaz a diferencia del resto del univero de dirigir su propio devenir… los átomos, las células y las galaxias también poseen su nivel de conciencia distinta del ser humano. Es necesaria otra revolución que considere al ser humano como un eslabón más dentro del universo, y no el centro de este, como el mejor ser, el único, el más complejo,…El ser humano no es más que una hormiga en el universo y su desaparición a escala galáctica será insignificante. Sería como la muerte de una célula dentro del organismo humano.


[1] La Presencia de Dios. Pág. 95
[2] Libro de los Sabios. Cap. 2
[3] El Misterio de la Raza Perdida. Pág.85.
[4] El Misterio de la Raza Perdida. Pág.62.
[5] Libro de los Sabios. Cap. 7
[6] Lenguaje, Verdad y Lógica. Pág. 140
[7] Lenguaje, verdad y Lógica. Pág. 84
[8] Lenguaje, Verdad y Lógica. Pág. 41
[9] EL Libro de la Nada. Pág. 210.
[10] EL Libro de la Nada. Pág. 215.
[11] El Libro de la Nada. Pág.207.
[12] J.P.SARTRE, ”La Náusea”
[13] J.P.SARTRTE, “El diablo y el buen Dios”, Buenos Aires
[14] ¿Por qué creo en Dios?”. La isla misteriosa.
[15]J.P.SARTRE, “El diablo y el buen Dios”, Buenos Aires
[16] 101 Cuentos Clásicos de la India. Un ermitaño en la corte.

Jesús Fdez Alonso
jesusjfa@hotmail.com